Fabiola Arellano Jiménez
Relatos autobiográficos, desgarriates ficcionales, deseos eméticos, caminos dubitativos.
lunes, 21 de noviembre de 2022
Manual Ninja de Autodefensa Personal (fragmento) Imperdible Editorial. 2020. Cheve
martes, 23 de agosto de 2022
Las No Novias (La Lleca-Kamba).
sábado, 21 de agosto de 2021
domingo, 23 de agosto de 2020
Entrevista de Fabiola Arellano a Marcelo Pakman. Sistemas, estereotipos y singularidades en psicoterapia.
Entrevista de Fabiola Arellano a Marcelo Pakman, publicada en la Revista Digital Internacional de Psicología y Ciencia Social. Desafíos contemporáneos en educación y salud. La investigación para la acción y el cambio social. Vol. 6, Número 2. Julio-Diciembre 2020.
Hablar con el que escribe, le da una dimensión distinta a las letras. Quizá porque el que habla ya no es el mismo del relato. Tal vez nunca lo fue. Esta es fue una búsqueda por indagar la propuesta de Pakman tomando su mano y no sólo sus letras.
Fragmento
Pakman: “...elegí no meterme en una camisa de fuerza que definiera mi práctica clínica...yo no puedo definir el tipo de terapia que me gusta hacer y que me sale, y que les gusta a los que están trabajando conmigo, ni en términos de duración ni de estilo comunicacional, porque a veces soy colaborativo y a veces confrontativo, y no está allí lo definitorio de mi trabajo. Yo hablo de tener una posición crítica, pero crítica no significa afirmar que todo está mal, sino de tratar de distinguir que siempre las cosas vienen mezcladas y no son blancas ni negras. Pienso que casi siempre lo que hago entra en ser crítico, y también en la poética, al tener una sensibilidad ante lo que va a apareciendo y que no sabemos a dónde nos lleva. De ahí que cuando tengo que hablar de lo que hago, lo presento y lo trabajo a través de los conceptos de micropolíticas dominantes, de repetición y estereotipo como atractores poderosos que nos reclutan como agentes de esas fuerzas, de la posibilidad de alejarnos de esas posiciones dando lugar, a partir de ciertos puntos de resistencia, a eventos poéticos en que aparecen fenómenos de sentido singulares y a la necesidad de integrar esos eventos a través de un trabajo de la imaginación que consolida la aparición de un nuevo movimiento, que es también ético hacia una vida mejor, que valga la pena de ser vivida...”
martes, 4 de agosto de 2020
Fatiga por compasión
Si usted es psicoterapeuta y desea experimentar fatiga por compasión, siga los siguientes pasos:
– Asuma que en sus manos recae el rumbo de la psicoterapia.
– Crea que suya es la responsabilidad por todo lo que llegue a ocurrir en la vida de los consultantes.
– Si llega a sentir alguna afectación por lo que escucha, siga y de preferencia vívalo solo. Va por buen camino.
– Piense que todos son indefensos, menos usted.
– Acompañe abandonándose.
– Convenza a las personas que afirman no necesitar de la psicoterapia; sáquelas de su error.
– Jamás pida ayuda.
– Dé indicaciones precisas y enfatice que está prohibido hacer algo distinto a lo señalado.
– Trabaje, trabaje, trabaje. Postergue el descanso, esta sociedad requiere de su óptimo rendimiento.
– Jamás crea que es una posibilidad llevar a cabo alguna canalización. Estudie más si es necesario.
– Repítase que es posible el cambio social, siempre y cuando usted se dedique de tiempo completo a la psicoterapia. Las personas que realmente lo estiman, sabrán esperarlo.
– Sepa que una ayuda eficaz se logra cuando se brinda la vida entera en nombre del bienestar de los consultantes.
– Recuerde que, si no tiene una vida propia, tampoco tendrá problemas personales que atender.
Y, por último, jamás pierda de vista la meta, sólo así terminará alcanzándola.
Publicado en: https://revistasalutare.com/fatiga-por-compasion/
martes, 27 de agosto de 2019
Un caso clínico relatado: de adioses y violencias.
Previa inscripción.
Motivo de consulta: el tiempo.
Hoy que vuelvo a pensar en ella, imagino que su nombre era Luz ya que había algo que parecía brillar. Intenté comprender qué era lo que le había sucedido. ¿Una ruptura amorosa? ¿La muerte de alguien cercano? ¿Alguna dificultad laboral? ¿El miedo a continuar viviendo? ¿Una noticia terrible? De repente suspiró y decidí interrumpir todas mis dudas para poner atención a lo que sentía en ese momento.
Antes que alguna de mis suposiciones me sedujera, intenté hacer coincidir su tiempo con el mío, pensando en que tal vez así podría colaborar en la creación de un instante compartido.
Ambas permanecimos en silencio y luego de que nuestras miradas se encontraran de frente, nos sonreímos como si nos reconociéramos. La manecilla del reloj se escuchaba con fuerza y aunque quizá había llegado tarde a su vida, sentí que con haber llegado era suficiente.
Sé que al recordar ese encuentro lo voy transformando, ya que toda revisión del pasado implica ajustes; aunque intente evocar con exactitud lo sucedido, será distinto cada que vuelva a narrarlo. Me gusta mucho una frase de Borges cuando al hablar de la memoria menciona que se trata de un quimérico museo de formas inconstantes, montón de espejos rotos. Me acuerdo que luego de escuchar con atención la fuerza de la manecilla del reloj, Luz me dijo que había dejado de creer en la idea que afirmaba que los tiempos mejores estaban por venir. Miré hacia el piso. También yo me había decepcionado de esa frase. ¿Acaso la terapia podría ayudar?
Abrí mi libreta de notas y escribí su nombre. Volví a mirarla y me dijo que era demasiado tarde. ¿Cómo saber si era tan tarde como parecía? Aunque en ocasiones me he guiado con el reloj para encontrar la respuesta, hoy sigo pensando que sus manecillas son incompetentes para indicar cuál es el tiempo exacto de decir adiós, de asimilar, aceptar, llorar o luchar. No creo que un duelo deba durar diez minutos, un llanto tres horas, una despedida dos días o la psicoterapia una hora. De cualquier modo luego de llorar algo del llanto queda, después de decir adiós algo de los labios del amante anterior aparece en el encuentro con el nuevo amor. A veces todo parece un continuo sin pausas, aunque rebobinemos a menudo para pensar en quienes fuimos ó aunque adelantemos fantasiosamente los días para saber lo que sucederá. Quizá solo se trate de modulaciones del presente, en las que – siguiendo a Braunstein – puede aparecer la esperanza de que es posible que suceda “aquello que tuvo en el pasado ‘la potencia de haber sido’”.
Luego de escribir el nombre de la consultante, anoté ‘motivo de consulta: el tiempo’.
Braunstein, N. (2012). La memoria, la inventora. México: Siglo XXI.
miércoles, 31 de julio de 2019
Carta de presentación
Ciudad de México. Julio, 2019
A quien corresponda: Por medio de la presente nos dirigimos a usted y a sus dudas; a usted y a sus esperanzas. Queremos platicarle que reconocer quiénes somos ha implicado trabajar por aceptarnos en todas las facetas de nuestras vidas, logrando tener mayor libertad y tranquilidad. Hemos conseguido esto solamente por momentos y en contextos específicos, ya que sigue resultando complicado admitirlo con total apertura frente a algunas de nuestras familias, por temor al rechazo o a la incomodidad; platicarlo con nuestros padres ha llegado a ser doloroso, ya que hemos visto que en ocasiones les resulta difícil comprendernos, muchas veces prefiriendo cambiar el tema haciendo como que no pasa nada para así sentirse menos tristes. Comentarlo abiertamente en nuestros trabajos también ha sido un reto, ya que surge el temor a ser señalados; y andar por la calle sin fingir, en ocasiones se siente como una hazaña, por la violencia y las miradas con prejuicios que pueden atentar en contra de nuestra seguridad.
Aunque no lo parezca, algunos días es difícil admitir quiénes somos (incluso frente a nosotros mismos). En esos espacios íntimos se “cuelan” sentimientos de vergüenza y culpa, productos de una sociedad que cree que es inadecuado o “enfermizo” todo aquel que no pertenezca a la supuesta mayoría. Ojalá aquellos momentos en los que llegan con fuerza esos fantasmas y ansiedades aprendidas socialmente no aparecieran jamás, pero hemos aprendido que también esto es parte del proceso. Pese a que muchas veces usamos la discreción y la cautela, para elegir adecuadamente a las personas con las que nos permitimos mostrar nuestras vulnerabilidades, preferiríamos que no fuese necesaria tal elección, ya que seguimos soñando con una sociedad que no lucha por matar (real o simbólicamente) a quien considera distinto.
Actualmente desempeñamos nuestras profesiones en las salas de concierto, los consultorios de psicoterapia, los laboratorios, las aulas y las empresas y a lo largo de nuestras carreras hemos tenido diversos logros, a menudo usando la discreción en los temas privados para que no exista la posibilidad de ser perjudicados por quienes no toleran a los que salimos del closet.Aunque no lo parezca, para nosotros, vivir desde la disidencia ha sido un posicionamiento político y ético que cuestiona la cultura heteronormativa, al género como una construcción binaria y tiene que ver con insertar o colocar la idea de la diversidad como algo inherente a las personas, pero también la diversidad como un espacio de resistencia que desafía las normas que nos vuelven inflexibles no solamente en términos afectivos o eróticos, sino en términos corporales.
Hemos luchado por aprender a ver la diferencia con alegría, a evitar culparnos por ser quienes somos, a reconocernos, nombrarnos frente a los que estimamos, a dejar de pensar que debemos corregirnos, a sobrevivir si nos corren del trabajo o de casa. Afirmamos frente a usted que seguimos creyendo que es posible amar construyendo las relaciones que cada quien elige para su vida. Querer sin miedo, vivir con entusiasmo y sin mutismo. Afirmamos frente a usted que seguimos luchando para ser sin simulaciones.
Publicado en: https://revistasalutare.com/carta-de-presentacion/
Los cuerpos sin nombre, son nuestros.
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(1) Ramírez, L. y Matriogiovanni. F. (2014) Documental ni vivos ni muertos. México. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=C4YsPZUj05I
(3) Panfleto a propósito de la desaparición de los 43 Normalistas de Ayotzinapa (2014).
(4) Chandelle, A. & Remacle, P. (2017) México: Justicia para las víctimas. (ARTE France) Francia. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=egwLlgzph4M&lc=Ugzv00cu4hIt aNJ2jGN4AaABAg.
(5) Arellano, F. (2019) ¿El silencio o la denuncia? Ponencia presentada en el 2er. Coloquio de la Residencia en Terapia Familiar Sistémica: Intervenciones útiles. Facultad de Estudios Superiores Iztacala, UNAM.
(6) Morales, M. (2017) Función social de la intervención terapéutica con familias que están enfrentando desaparición forzada. Ponencia presentada en el 1er. Coloquio de la Residencia en Terapia Familiar Sistémica: “Terapia para tiempos de crisis social; oportunidades y desafíos”. Facultad de Estudios Superiores Iztacala, UNAM.
(7) Palacios, M. (2017) Violencia y discurso. México: Universidad Nacional Autónoma de México.
Publicado en: https://revistasalutare.com/los-cuerpos-sin-nombre-son-nuestros/
miércoles, 3 de abril de 2019
¿El silencio o la denuncia? Reflexiones en torno al abuso sexual en la familia.
CASO 3. LA DENUNCIA DE LUISA
Tengo 40 años y hace 2 años mi esposo tocó a nuestra hija quien tiene 9 años. En cuanto Luisa me dijo, la llevé a denunciar. En la delegación nos hicieron muchas preguntas. Llegó un momento en que ya no quería hablar del tema ni pensar en los detalles pero sabía que tenía que contestar. El coraje me ayudó a soportar la situación. Todo el tiempo supe que tenía que responder con seguridad para que Luisa se sintiera protegida. No le mostré lo mal que me sentía por haber elegido precisamente a ese hombre como su padre. Pienso que estuvo bien la forma en la que lo manejamos cuando recién ocurrió. El problema vino 1 año después. Por eso tuve que ir a terapia. ¿Por qué me sentía cansada de tener que mentir cuando en la familia me preguntaban por el papá de Luisa? Tiene mucho trabajo, está de viaje, fue a visitar a su familiar que vive en el extranjero. Era buena cualquier respuesta. No quería que nadie sospechara. Entonces ¿qué estaba haciendo mal? Cada que lo “cubría”, me sentía peor. Luego entendí que lo que me hacía daño era creer que ante la familia tenía que guardar SILENCIO. Cada que mentía era como si me traicionara. Hasta llegué a sentir que era mi culpa lo que pasó entre Luisa y su papá. No me arrepiento de haber denunciado ya que así quedó claro que ni mi hija ni yo vamos a tolerar el abuso sexual. De lo que si me arrepiento es de haberme tardado tanto (fueron casi dos años) en haber denunciado a mi esposo pero socialmente. No pensaba que decirlo a mi familia servía más que la denuncia ante las autoridades. Si tuviera que aconsejar a alguien que está pasando por algo similar a lo que vivimos en mi familia le diría: no cubras al responsable, dilo sin sentir vergüenza. Cuando lo elegiste como pareja no sabías que haría lo que hizo. De ser así jamás habrías tenido una hija con él. No tendrías porqué vivirlo sola. Elige a las personas que te quieren para que te acompañen en lo que estás viviendo. El silencio duele. Ya de por sí es difícil lidiar con la tristeza, no te quedes con la responsabilidad ajena.
La denuncia social de Luisa fue una pieza clave para interrumpir de inmediato el abuso. La plática que Luisa tuvo con su mamá a tan solo unas horas después de ocurrido el abuso. Otra pieza clave fue la respuesta de la mamá de Luisa. ¿Cómo es que ella responde con tanta seguridad a la demanda de apoyo que le solicita su hija? Luisa tiene claro que no se tolera ningún tipo de abuso. Quizás sea porque lo aprendió de su abuela, quien fue víctima de abuso sexual y le repitió muchas veces que ella si se salvara.
Ojala las historias como las de LARA, ESTELA Y LUISA no fuesen tan comunes. ¿Qué nos está pasando que somos un país con tantas agresiones sexuales?
Según la Organización para la cooperación y desarrollo económicos, México ocupa el primer lugar a nivel mundial en abuso sexual, violencia física y homicidio de menores de 14 años. Si las instancias correspondientes generaran mayor confianza ¿de cuántas denuncias estaríamos hablando?
Si las familias no “resguardaran” ningún secreto de abuso sexual ¿cuánto aumentarían las cifras?
Antes creía que las familias debían ser refugios, zonas seguras. No me había dado cuenta que las interacciones al interior de las familias son las mismas que las interacciones al exterior.
En casos de abuso sexual sugiero comprender las realidades familiares, incluyendo generaciones anteriores; ir en contra de cualquier posibilidad de instalación de alguna dinámica “silenciosa” en la familia como pasa en los casos de abuso sexual; ante la
Como terapeutas familiares acompañemos sin presionar y sin guardar silencio.
Regresando a la pregunta inicial ¿el silencio o la denuncia? Aunque el silencio dota de una sensación de seguridad y protección, conlleva una carga si se queda demasiado tiempo y aísla. Aunque la denuncia tanto social como legal implica un riesgo y un desgaste ¿tendrá resultados que nos beneficiarán a mediano o largo plazo?
martes, 26 de marzo de 2019
Fragmentos de un diario
Publicado en:
https://revistasalutare.com/por-que-duele-tanto-un-diagnostico-medico-ajeno-fragmentos-de-un-diario/
Manual Ninja de Autodefensa Personal (fragmento) Imperdible Editorial. 2020. Cheve
El fragmento que les comparto, me retumbó. Lo encontré en el Manual Ninja de Autodefensa Emocional de Cheve, un proyecto que conocí gracias ...

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Entrevista de Fabiola Arellano a Marcelo Pakman, p ublicada en la Revista Digital Internacional de Psicología y Ciencia Social. Desafíos con...
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A las lágrimas. A los puños cerrados. Al dolor y las esperanzas. Algunas veces pareciera que el eco de las palabras ausentes de est...